Levantó la mirada con seguridad, y miró el reflejo que años atrás le veía crecer, en silencio, en admiración.
Por un momento pensó que había sido su imaginación, se asustó y tapó su boca como acto reflejo ante la confusión. El tiempo casi se detuvo, iba lento, espantosamente lento. El reflejo en el espejo bajó la mirada a modo de desaprobación, para después mirarle una vez más directa y fríamente a los ojos. Abrió la boca lentamente, y comenzó a dar una respuesta, como si hubiese escuchado sus pensamientos previos.
Juraste que aquella máscara que te creaste hace años sería solo momentánea, que te serviría poco, e ignoraste que, las máscaras, tarde o temprano, se adhieren a la piel. Te aterraron tanto tus propios sentimientos, que decidiste cubrirlos con un falso optimismo. Podrás hacerle creer a todos sobre tu supuesta felicidad y positivismo infinito, pero a mí no me puedes mentir. No se puede mentir a uno mismo por siempre. No es convicción y pasión por lograr eso que deseas. Es desesperación y arrogancia. Aferrarte a memorias ya muertas no las hará regresar. Aparentar una imagen no lo hace real.
La respiración se detuvo por un momento, sin embargo, su pensamiento se aceleró. Pensó primero que estaba soñando, que no era posible que los reflejos respondieran de aquella forma. Dudó, dudó de lo que había escuchado y de lo que había visto. Quizá, efectivamente había llegado el momento en que su mente había colapsado y veía lo que no es, sus miedos e inseguridades. Miró a su alrededor, todo parecía normal. Pensó si había sido una broma, quizá alguien jugaba con sus pensamientos. Miró una vez más al espejo. El reflejo había vuelto a la posición que le correspondía. Le miró con suspicacia. Nadie, ni el reflejo mismo, le haría irse abajo.
Retrocedió un poco, y tomando lentamente una botella de vidrio que estaba sobre la mesa, la aventó con todo el miedo y deprecio que tenía, hasta ver caer al suelo los fragmentos del espejo que nunca más le delatarían.
-Blueberry.
el espejo te devuelve a la realidad si quieres ver lo que tienes que ver, si no…
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al pobre el sabio espejo no le ha servido de mucho… esperemos que el espejo no se lo tome demasiado a mal..
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Magnífico. Unos años atrás yo hubiera usado una botella vacía de whisky. Por suerte y bastante a ciegas pude dejar ese tiempo atrás. Últimamente ese otro en el espejo empieza a mirarme con más aceptación y tolerancia.
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Gracias por fomentar la reflexión.
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Reblogueó esto en En la diversidady comentado:
Juraste que aquella máscara que te creaste hace años sería solo momentánea, que te serviría poco…
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La botella, momentáneamente, nos hace olvidar lo que el espejo nos recuerda y, por muchos reflejos que rompamos, el verdadero es el del Alma; para ese no hay vidrio que, añicos, lo pueda hacer.
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Una máscara de felicidad fingida; hacer lo que esperan de nosotros en todo momento parece un juego de niños… Pero hay muchas personas adultas que lo practican por diversos motivos: parecer fuerte, no hacer daño, obtener aceptación de los demás…
Esa máscara como tú recoges en el texto se pega a la piel y llega un momento que dudas de quién eres realmente.
Me ha encantado tu texto, me ha hecho recordar vivencias…
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Great! Si los reflejos hablaran, cuantas cosas cambiarían.
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