«El hombre atraviesa el presente con lo ojos vendados. Solo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar el pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.»
-Kundera.
Porque la conciencia del aprendizaje se da en retrospectiva. Con el paso de los daños… de las risas. ¿Cuánto no hemos avanzado sin darnos cuenta? ¿En qué momento dimos el paso que tanto temíamos y vivíamos seguros de jamás poderlo dar? Las fantasías cambiaron, avanzaron sin advertirnos. Los planes se disolvieron, sin tiempo para verles partir. Y así, sin más, al mirar atrás…
Síganme en mis páginas en Facebook e Instagram
-Blueberry
Argumentas y expones desde una lógica contundente y clara con elegante sutileza y gracia.
Un agrado leerte.
Saludos desde el Sur del mundo.
Me gustaMe gusta
Un agrado que me leas. Muchas gracias, saludos! ❤️✨
Me gustaMe gusta
Tal cual cuando las situaciones han pasado y también el tiempo, nos damos cuenta de cuán buenas o malas fueron para nosotros. Cómo siempre clarísima explicación. Saludos
Me gustaMe gusta
El pasado es el maestro y el formador, al qué hay que tenerle cuidado es al presente que es un fantasma disfrazado de realidad
Me gustaMe gusta
Qué bien te expresas, haces muy comprensibles tus palabras, consigues que miremos atrás y nos cuestionemos nuestro pasado de una forma muy elegante.
Enhorabuena compañero de palabras.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
La consciencia, por fortuna, tiene memoria. Aprendemos en retrospectiva, entre otras cosas porque normalmente actuamos con la consciencia bajo mínimo y eso obliga al tiempo a enfrentarnos a encrucijadas (conflictos) que retomen aquello que habíamos dejado a medias o desatendido. Las sociedades occidentales nos enseñan a huir, a escapar, compra esto y serás feliz, júntate con aquel o aquella y serás feliz, mira esto, haz esto otro, etc…
Desde que somos pequeños el mensaje es qué vas a hacer (¿qué vas a hacer o ser de mayor?) , y a lo largo de nuestra vida reproducimos eso mismo: ¿qué voy a hacer? Nuestro tiempo más valioso es el que empleamos en recrear una estampa feliz de nuestro futuro y pocas veces nadie se pregunta ¿qué hago? No sea que estemos equivocándonos.
Me gustaMe gusta
Es el quid del cerebro humano: es huidizo en su consciencia, pero permanente en su subconsciencia. Tomando prestados de modo un poco errado algunos términos de computación, digamos que nuestro software se encuentra todavía en fase «beta» y éste necesita tanto arreglarse como actualizarse a sí mismo, para esto el facto social es muy importante, porque nuestro sistema operativo (consciencia) tiene que ser «testeado» también por otras personas, o experiencias, así, de esta manera, tener pesquizas sobre qué reparar o mejorar, reformando algoritmos (subconsciencia) para que ésto tenga un aceptable improvement.
También es muy buena la meditación, machín, macizo.
Casi ya medito, pero en ciertos momentos me ayudo, tanto por ansiedad o recapacitar ideas y decisiones importantes de mi vida, lo cual, ufff, es invaluable. Todo esto está ligado a un proceso diacrónico cíclico: como me veo en el presente, cómo me vi en el pasado; como me vi en el pasado, cómo me veo en el presente, tal como viajes por el tiempo de la inconsciencia; véamoslo como un agujero que nos transporta a ciertos momentos hito, tal como en la peli de Interestellar, donde tenemos que resolver rompecabezas para llegar a la respuesta que necesitamos, rompiendo con éste paradigma: también el presente (futuro) cambia nuestros pasado, sea porque TODITO está ligado, no podemos estar ni alegorica ni literalmente vendados, estamos en UN MUNDO de datos que tenemos que tomar en cuenta, pero para esto hay que forjar un criterio -mejora de procesamiento de nuestro software-, retomar el sentido común -el menos común- y la empatía -para mejorar nuestra percepción humana y de seres vivos que somos.
En pocas palabras y sin mucho pedito:
Todavía estamos en una etapa del humano donde nuestra mente sigue consiederada como un ente místico, es decir, misterioso, no tenemos absoluto poder con él, ya que es etéro, por eso mismo necesitamos volver a la filosofía, no nomás enfocarnos en las tecnologías, ni tampoco volvernos locos en cualquier caso, sino reestructurarnos como seres BIOLÓGICOS, vivos, que piensan y sienten, seres conscientes del tiempo y el espacio, no nomás como simples consumidores o creadores de cosas que nos hagan más fáciles la vida, como engordar más fácil con tacos en cápsulas o sopas instantáneas.
Necesitamos volver a la redifinición de lo que es nuestra realidad y por lo tanto nuestra humanidad.
Saluods y gracias darle una revisadita a mi blog 😊
(perdón por el extenso spameo, jajaja)
Me gustaMe gusta
La vida se mide en eso: el paso de los daños y de las risas. Tenés un blog potente, lleno de verdades concretas. ¡Me encanta!
SGP.
Me gustaMe gusta