A veces defenderse tanto contra ese miedo tan grande que no para de existir… hace realidad el dolor del que supuestamente tratamos de evitar.
Cuidamos tanto alejarnos del dolor, que la misma inacción hace lo suyo.
No moverse también lleva la cuenta.
–B
Afróntenos os miedos para salir reforzados… cuídate:)
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Es una utopía alejarse del dolor…tantas veces aparecerá sin anunciarse en nuestra vida, que es por ello que debemos disfrutar cada día de nuestra existencia, con el verbo «en presente». Un cálido saludo.
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El dolor, sobre todo, es la estrategia que lo sostiene. Nunca improvisa, no es como ese golpe al tropezar o ese corte con el filo de un cuchillo de cocina, se parece más a la tarea embaucadora de esa parte de nosotros que rechaza, precisamente, la improvisación.
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