No es solo enojo o ira, va más allá. Es una protesta aún carente de palabras.
Una protesta ante el dolor que nos ha sometido y que en el fondo siempre esconde tristeza…
Porque nos enseñaron a “no ser vulnerables”, a no mostrar esa tristeza, ese dolor… pero lo cierto es que el afecto no se puede contener, y si lo hacemos, una vía será la agresión…
Habrá que re-aprender..

–B
Mi enojo son las palabras que me hirieron de alguna manera creo yo. Aún batallo para liberar eso que duele. 💥
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Quizá nunca se irá ese dolor, ni nos libraremos, pero podemos aprender a tolerar… gracias por leer!!!
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Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
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❤️❤️
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Me ha gustado mucho el texto y la ilustración lo acompaña perfecto. Un abrazo!
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Muchas gracias. Un abrazo!
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Mi peor enojo es la decepción…
Es un enojo destructivo además que solo piensa en romper todo… No me hagan enojar.
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La decepción nos llega a todos muuuuuy fuerte!
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¡Tanto por aprender! Tanto que decir y tanto que callamos… Muy buena entrada. Saludos 🙂
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Seguramente, la resistencia a aceptar los acontecimientos inevitables o necesarios. Una forma de rebeldía de un yo calculado (conveniente) contra el yo integrador (consciente) que acepta y administra las consecuencias de nuestros actos. La ira es una emoción básica que nos introduce en esa dualidad y ya se sabe eso que dicen de que después de la tormenta viene la calma. Bueno, así lo veo yo. Es sorprendente descubrir como después del enfado hay un proceso de “digestión” que reelabora el discurso hasta lograr el acuerdo entre el antes y el después.
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