Y es que muchas veces lo difícil es lograr distinguir lo que representa esa persona para nosotros. No puede ser tan sencillo, no siempre es la persona en si, sino todo aquello que hemos depositado e imaginado casi sin darnos cuenta.
Un persona no es solo una persona.
Y es que los seres humanos somos tan curiosos, al grado de depositar en aquellos conocidos y desconocidos, nuestros anhelos y fantasías como nuestros miedos e inseguridades. Todo aquello que hemos aprendido, o no, a esperar del mundo.
Y entonces, en el peor y más terrorífico de los casos, quizá no querías a esa persona por lo que era, sino por lo que habías creado en tu mente y representado sobre aquella persona.
Y quizá, solo quizá, esperabas recibir un inmaduro apoyo incondicional, una validación, un rescate de alguna sensación intangible que jamás te logró satisfacer completamente, la ilusión de algo mejor.
Quizá sólo era un bonito sueño.
–Blueberry

¿Quizás lo habitual sea construir un personaje y luego querer introducir a la persona dentro del molde? Un besazo..
Me gustaLe gusta a 1 persona
La persona real chocaría inevitablemente con nuestro personaje-molde. Aunque me encantaría…
Me gustaMe gusta
Será porque cada persona es un mundo distinto y muchas veces no se puede agradar y conocer al cien por ciento y por ello al tomar esos riesgos muchas veces no son como nos imaginábamos.
Saludos a la distancia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A todos nos encantaría. Por eso lo hacemos.
Creo que das completamente en el clavo. Como de costumbre.
Me gustaLe gusta a 1 persona