Dejar ir es una trampa

Dejar ir, seguir hacia adelante, sin reparar, sin asumir, sin elaborar ni comprender es una trampa.

Una trampa que supone sacrificar nuestra coherencia interna y apartarnos de la realidad de la consciencia en un desesperado esfuerzo de reparación maníaca. El dolor no desaparecerá solo por optar ignorarlo.

Existe la opción de enfrentarlo.

Los otros

Quizá las personas no sean lo que creemos que son realmente,

quizá sean la mera idea que hemos hecho de ellos,

lo que hemos querido ver, y lo que hemos querido ocultar,

nuestros deseos o nuestros miedos,

y quizá, solo quizá, la dificultad radica entre el golpe de realidad y la construcción interna que hemos creado a lo largo de los días y años.

Quizá algún día podamos mediarla y acordarla…

-Blueberry

Reflexión: No te mientes

Desde fuera cualquiera diría que te has mentido ya desde hace tiempo. Aquel comportamiento pareciera confirmarlo… pero claro, solo son suposiciones externas…

No creo que te hayas mentido, quizá solo te ha resultado bastante fácil encerrarte en explicaciones que alejan de la realidad. Duele menos, amortigua cada vez. Te hunde poco a poco.

Tiene sentido, ¿sabes? Sería bastante difícil solo tolerar que alguien más se niega a estar de la forma en que tanto has imaginado. Aquellos rechazos atentan contra nuestro ser y nuestro pensar, contra nuestra visión sobre nosotros mismos.

Habrá que buscar más excusas, explicaciones y pseudo racionalizaciones que te tranquilicen el alma, al menos por un rato, al menos para poder soñar y volver a ser.

Hey, no es que no seas suficiente, quizá solo no eres ni tienes lo que esa persona está buscando… quizá solo está perdido (si lo racionalizo un poco)…

No te mientes, quizá sólo estás encontrando la mejor forma de lidiar con la vida… a veces solo basta encontrar explicaciones que nos hagan sentido y den coherencia a lo vivido.

-Blueberry

Somos creadores de realidades

Explicaciones. De eso se trataba todo. De entender y comprender. De obtener un sentido. Siempre lo había impulsado el deseo de descifrar. Llegar al objetivo.

Pero en el proceso se perdió, olvidó que somos creadores de realidades.

Jamás llegaría a la explicación final de lo vivido. No existe.

Tanto tiempo tratando de descifrar, que se aferró sin saber, a un enredo de una subjetividad sin fin.

Solo le bastaron cientos de lágrimas para asimilar que se trataba de reimaginar y de conciliarse con sus recuerdos. Que ellos jamás se irían. Se quedarían en la mente, como un eco, a lo lejos, casi siempre presente.

Suspiró. Obstinado en la idea de llegar a la explicación lógica, negó que la otra persona también era autora de su realidad. ¡Claro! Cada uno lo había vivido diferente. Las mismas palabras las sintió cada uno de tal forma tan particular en la piel… Y era eso. Que uno nunca podría saber a qué le supo a la otra persona todas esas frases y suspiros. Nosotros le damos ese significado, lo creamos. Somos autores de nuestra realidad, no de la realidad de los demás.

Había ya pasado tanto tiempo, incluso había intentado dejar de pensar, no tenía más sentido. Había tratado de analizar cada mínimo instante y palabra dicha en aquel entonces. Cada movimiento, cada roce de piel, cada posible intención.

Era agotador.

Palabras se habían adherido al presente. Ya no podía enloquecer.

No existían verdades absolutas. Existían historias. Las historias que podíamos narrar sobre nosotros mismos, aquello que nos daba un sentido.

-Blueberry

Las respuestas no salvan

Perdemos tiempo buscando una forma de escapar, de liberar(nos).

Las respuestas no nos salvan del pasado. Nada lo hace…

No habrá más remedio que aceptar, que reconciliarse con nuestra historia y con nosotros mismos.

Tolerar que, por más que lo imaginemos y lo suspiremos, las expectativas se mantendrán muchas veces dos pasos por delante de nuestros ojos.

Quizá podamos hacer algo, quizá no.

La historia no cambia, pero sí cómo lo entendemos y qué hacemos, o no, para no repetirlo.

Blueberry

«Por delante era una mentira comprensible, por detrás una verdad incomprensible. »

-Kundera. La insoportable levedad del ser.

Era fácil cerrar los ojos y tratar de comprender. Comprender. Pero ningún hombre tolera por largos periodos de tiempo negar la realidad de aquella forma, caminar en la oscuridad, y pensar seguir estando en el camino. Porque, tarde o temprano, la realidad hará abrir los ojos.

No hay capacidad que haga tolerar el dolor de los golpes, por no saber dónde pisar, durante tanto tiempo. Ahí donde abrir los ojos funge como instinto…

-Blueberry

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En 25 años solo queda aprender

Hace tantos días y tantos años todo estaba de cabeza… y por varios segundos pensé que siempre sería así… Baja la esperanza y asumimos las cosas. Pero, no nos damos cuenta que, incluso sin la intención, vamos mejorando de alguna u otra forma. El cambio nunca se ve mientras lo vivimos y somos parte de ello. Pero al mirar atrás, al recorrer todos los años, entonces sí vemos la abismal transformación. Y nos cuesta casi aceptarlo…

Hacer tantos años que todo estaba de cabeza, mis pensamientos, mis sentimientos. No diré que me iba terriblemente mal, pero tantas cosas no encajaban. Hoy es diferente. No fue un cambio drástico ni mucho menos mágico. Me tomó tiempo, esfuerzo y tantas lágrimas como risas. Tengo la completa seguridad que, si mí yo de la infancia me viera hoy, al día de cumplir 25 años, no me reconocería. Y quizá, solo quizá, soltaría un par de suspiros. Suspiros de emoción y orgullo, suspiros de esperanza… Todo lo que necesitaba en aquel entonces. Todo lo que alguna vez me dijeron que no era cierto… y tuve que comprobar que sí lo era.

Porque al final, hoy todo está mejor, incluso cuando no todo es perfecto y hay dolor a ratos. Porque al final, en 25 años solo he aprendido que siempre tenemos la capacidad de mejorar(nos), aun cuando nos aferramos a lo contrario. Aun al aferrarnos que esta vida no mejorará, que el mal tiempo no tendrá fin… La realidad es que hasta Sábato entendió que La Luz siempre se llegará, tarde o temprano.

Porque en 25 años, me he convertido casi en todo lo que algún día necesité… Habrá tantas cosas más en los próximos años, siempre lo hay. Sin embargo, hoy es suficiente. Hoy (me) soy suficiente.

Happy 25 birthday…

-Blueberry